Hay cosas en esto del descanso de los más pequeños que pueden parecer muy obvias, ¿o no? La complicación viene con toda la información que llega a nosotras cuando tenemos alguna duda sobre el descanso del peque. Bueno, en realidad sobre todo lo relacionado con los peques.
Para empezar, seguro que si tienes alguna duda, lo primero que haces es WhatsAppar con el móvil y preguntar a otras mamás que han pasado por esto en la maternidad antes que tú. Seguramente alguna que tiene un hijo un poco más mayor que el tuyo o que tiene un hijo de la misma edad que el tuyo y lo que te interesa es saber cómo lo está haciendo ella. Y lo siguiente que harás es teclear en Google tu duda.Vamos, lo que estamos haciendo todas.
Seguro que sabes que Google es un maravilloso buscador, pero para la misma pregunta te vas a encontrar distintas y muy variadas respuestas. Y si empiezas a probar y a probar todas ellas con tu bebé, puede que se haga un lío con tanto cambio.
Por eso me gustaría darte estos cinco consejos que son claros, prácticos, fiables y basados en la ciencia del sueño infantil. Seguro que muchos de ellos te van a parecer muy obvios, pero yo por si acaso, te los voy a recordar.
1)Controla la temperatura y la humedad de la habitación donde duerme tu bebé, ya sea si comparte habitación con vosotros o si lo hacen su propia habitación. Es algo que parece muy obvio, pero que a veces pecamos en exceso. Normalmente en exceso de temperatura. En invierno, por miedo a que se resfríen por el frío, y entonces los tapamos con pijamas gorditos, les ponemos el saquito de dormir y encendemos la calefacción a una temperatura demasiado elevada. Y en verano, con el mismo temor a los resfriados, nos da miedo ponerles el aire acondicionado y pasan demasiado calor. Como sabes, lo que resfrian nuestros peques son los virus o las bacterias.Y si tienes la habitación de tu peque entre 22º y 24º , con una humedad de alrededor del 60 % no debes preocuparte de nada.
En plena ola de calor de julio, por favor, enciende el aire acondicionado a tu peque. Lo importante es que el flujo del aire no le caiga directamente a la cara, a su cuna o a su cama y que no esté a una temperatura excesivamente baja. Conseguirás que tu peque no se despierte por exceso del calor. Que lo creas o no es uno de los grandes motivos de los despertares en verano.1)
2) No porque coma más, dormirá mejor. De hecho, todo lo contrario. Y aquí poco me puedo extender. Te voy a poner un ejemplo muy fácil. ¿Cómo te sientes tú cuando has tenido una cena copiosa? ¿Duermes mejor? Pues a nuestros pequeños les pasa exactamente lo mismo. Si les sobrealimentamos pensando que con la barriga llena van a dormir mejor, solo conseguiremos que se despierten más veces, pues porque tienen que hacer una digestión muy pesada y su cuerpo está alterado.
3)Realiza una rutina de sueño que se repita cada día. A los peques les encantan las rutinas. Ellos no tienen ni reloj, ni saben qué hora es, ni saben en qué día se encuentran. Les aporta muchísima tranquilidad saber qué es lo que va a ocurrir en el siguiente paso. En esto de las rutinas, cada familia es un mundo. Nosotros en casa, por ejemplo, les damos el bañito, les ponemos el pijama, cenan, les leemos un cuento en el salón, se lavan los dientes y luego les metemos en la cama. Esta es nuestra rutina, que no significa que sea la mejor. La mejor rutina es aquella que se adapta a tus necesidades y a tu manera de llevar la familia. Pero lo que sí necesita tu peque para sentirse más tranquilo es saber lo que va a suceder. Así que escojas la rutina que escojas, que se repita cada día para que le puedas aportar esa tranquilidad.
4)Observa sus horarios de descanso y su promedio de horas de sueño diurno y nocturno. Igual que la rutina, es muy importante el tema de las horas del sueño. Nuestros pequeños vienen con dos grandes impulsores del sueño, el ritmo circadiano y la homeostasis sueño-vigilia. Te explico un poco todas estas palabrejas para que se entiendan mejor.
El ritmo circadiano es ese reloj interno que viene regulado por factores externos e internos. Es el que le dice a nuestro cuerpo «ahora es la hora de despertarse y ahora es la hora de dormir». Dentro de los factores externos nos encontramos dos grandes causas reguladoras, que son la luz y todas esas rutinas del día (desayunos, comidas, actividad, cena) y en los factores internos nos encontramos toda la sincronización de hormonas que van directamente ligadas con el sueño y el despertar. Y luego tenemos el otro impulsor que es la homeostasis vigilia-sueño. Esto no es más que una balanza en la que en un lado tenemos la presión de sueño y en el otro el sobre cansancio. El niño tiene que tener ambas en las dosis adecuadas para que cuando sea su hora de dormir pueda conciliar el sueño de manera óptima.
Si el bebé ha dormido durante el día más horas de las que necesita, no tendrá la presión de sueño suficiente para conciliar el sueño por la noche. Y sin embargo, si no ha dormido sus horas suficientes durante el día llegará a su hora de dormir sobre cansado, lo que conllevará a un niño que empezará a tener varios despertares por la noche.
Como es un tema que me suelen preguntar bastante, he creado una Plantilla del Sueño que si estás interesada puedes ir a la zona de Recursos Gratuitos y solicitarla en el formulario.
5)El último consejo, pero no menos importante, concibe su momento de llevarla a dormir en calma. Tú le proyectas tus emociones. Pues sí, querida, todos tenemos esas neuronas muy especiales que se llaman neuronas espejo. Los pequeños que están en el maravilloso mundo de emociones a flor de piel tienen esas neuronas espejo al 100% de su actividad. Si al llegar el momento de llevar a tu peque a dormir, estás nerviosa, él se pondrá nervioso. No le vas a aportar esa tranquilidad que necesita, le vas a trasladar inseguridad, porque él pensará si papá o mamá están nerviosos, ¿Será que esto de irse a dormir es algo que no es muy seguro?¿Qué va a suceder si me quedo solo?
Por lo tanto, intenta, en la medida de lo posible, estar en calma cuando le lleves a dormir. Cuenta hasta diez. Respira tres veces o dale a la persona que tengas a tu lado ese maravilloso abrazo de ocho segundos que genera oxitocina.
Aquí te dejo estos cinco consejos que espero de corazón que si no aplicabas alguno de ellos, lo pongas en práctica y puedan ayudarte a mejorar el sueño de tu peque.