Empieza septiembre y es un mes que me encanta porque siempre lo he considerado como un inicio de año. No sé, me imagino que entre que se empiezan los coles, que empezaba la universidad y que todas las empresas en las que he estado siempre han iniciado sus proyectos en septiembre, es como que tienes esa oportunidad que si en enero no has cumplido tus metas y retos, pues llega septiembre y puedes volver a iniciarlos. Además, es que septiembre me carga de energía.
Para empezar, este septiembre he creado una guía para todos aquellos que tienen un pequeño que empiezan 2º ciclo de educación infantil o lo que llamamos P3, que si aún no la tienes, puedes entrar en la parte de Recursos Gratuitos y rellenas el formulario para que te la envie.
Y para seguir, quería hacer esta entrada dónde te voy a explicar:
– ¿qué le sucede a tu peque por la noche?
– ¿cómo funciona su sueño y cómo le afecta todo esto a su maduración?
Y te lo voy a ir explicando de forma evolutiva por edades para que sepas exactamente lo que sucede en cada momento. Pero bueno, partamos del principio.
Hay dos conceptos básicos que necesito que tengas claros:
– el sueño no-REM, donde tenemos movilidad en el cuerpo, hay poca actividad cerebral y es donde suceden las parasomnias, como por ejemplo los terreros no turnos o el sonambulismo. Si quieres le podemos llamar sueño lento para que no haya tanta palabreja por en medio.
– luego existe el sueño REM, se llama así por sus siglas en inglés, que significa movimientos oculares rápidos. Nuestros músculos están totalmente relajados y es el momento en el que suceden nuestros sueños. Le podemos llamar la etapa soñadora.
¿Y cómo suceden estos sueños? Pues es que el sueño no es lineal.No es que yo me duerma a las 11 de la noche y de 11 a 4 de la mañana voy a tener sueño no REM y luego de cuatro a 8 de la mañana voy a tener etapa soñadora, por ejemplo. Esto no funciona así. El sueño va por ciclos. Es como si fueran olas del mar que van y que vienen y que según la edad en la que te encuentres, tus olas tendrán un porcentaje de sueño no REM o un porcentaje más de sueño REM.
En los adultos, nuestros ciclos duran 90 minutos aproximadamente, así que durante ocho horas que se supone que estás durmiendo, se van sucediendo ciclos completos cada 90 minutos con sus respectivos porcentajes de sueño REM y de sueño no REM. Y estos ciclos se van enlazando uno con otro durante toda la noche.
Los adultos tenemos 4 fases de sueño bien diferenciadas:
1)La primera es el sueño ligero, que es cuando empezamos a conciliar el sueño. Puede que notemos estos espasmos en las piernas o en los brazos que son involuntarios y es ligero porque es un sueño muy superficial.
2)La fase dos se denomina el sueño verdadero. Es como ese sueño que empieza ya a ser profundo.
3)En la fase tres está el sueño profundo o de onda lenta, donde suceden los terreros nocturnos, el sonambulismo y el resto de parasomnias.
4)Y la fase cuatro está el sueño REM, que se caracteriza por la ausencia de tono muscular, los movimientos oculares rápidos y que es donde suceden todos nuestros sueños.
Es decir, que la fase uno, dos y tres se considera fase no REM o sueño lento, que yo le he llamado antes, y en la fase cuatro es la del sueño REM o la etapa soñadora.
Tu peque:
Nace y su arquitectura del sueño es diferente a la de un adulto y va evolucionando hasta llegar a la arquitectura que te acabo de explicar. El ciclo de un bebé dura 45 minutos aproximadamente y :
– hasta los 3 meses solo consta de 2 fases. Una que le llaman de sueño activo REM y dos que es el sueño tranquilo. Es una versión muy, muy, muy inmadura de lo que va a ser luego la fase de sueño no REM o fase de sueño lento. En esta etapa de los 0 a 3 meses, el bebé no es capaz de distinguir entre el día y la noche. Duerme a ratos durante las 24 horas, siempre que se lo pida su cuerpo.No es como los adultos, que solamente dormimos por la noche porque tenemos esa necesidad por la noche. Y durante los primeros tres meses de vida su cerebro crece un 1 % cada día. Es que este dato siempre me parece impresionante.
– de los 4 a los 6 meses aparece también la fase de sueño lento bien madurada, la fase de sueño no REM. Y el bebé tiene que ser capaz de unir su fase de sueño activo a su fase nueva madurada, de sueño lento. ¿Qué pasa en esta edad? Que muchas veces tenemos bebés que no tienen esa capacidad de unir las fases y por eso se empiezan a despertar.
– A partir de los 6 meses, el bebé ya tiene las cuatro fases bien diferenciadas, pero sus ciclos siguen siendo de 45 minutos y el % que le dedica a su sueño en cada una de las fases también es diferente. Por ejemplo, nuestros bebés le dedican un 50% a lo que te he dicho que le podíamos llamar la etapa soñadora, y esta etapa va disminuyendo conforme vamos llegando a la edad adulta, que nos quedamos con un 25%. La verdad es que es una pena porque tenemos menos tiempo de etapa soñadora.
– A esta edad empiezan los micro despertares. Pues como nosotros, que cada 90 minutos nos despertamos. Solamente que muchas veces nos ponemos la sábana y al día siguiente ni siquiera nos hemos acordado. Pues en nuestros peques, cada 45 minutos se despiertan. Muchos de ellos se dan la vuelta, pero muchos otros lo que necesitan es eso a lo que están acostumbrados para conciliar el sueño, que pueden ser los brazos de mamá, las palmaditas de papá, el pecho o el biberón. Vamos, que por eso muchas veces demandan nuestra ayuda para volver a quedarse dormidos.
– A partir de los 7 meses, estas fases van madurando y también va madurando la necesidad que tienen de sueño nocturno y de sueño diurno. Por eso, poco a poco se van eliminando las siestas
– Hasta que llegamos a los 2 años de edad, donde hay otra novedad, que son las pesadillas. Y es que nuestros peques desarrollan la imaginación a esta edad y como todos los hitos, la tienen muy presente mientras duermen. A partir de los dos años de edad, los ciclos de nuestros peques se van poco a poco alargando y alrededor de los seis años es cuando ya tienen un ciclo de aproximadamente 90 minutos, como tenemos los adultos.
Lo importante, ¿cómo les afecta todo esto a su maduración?
Se sabe científicamente que la hormona del crecimiento se segrega mientras dormimos y alcanza su pico más alto en la fase tres del sueño, en la fase más profunda del sueño lento. Es importante en nuestros peques, porque aquellos peques que se despiertan antes de los 45 minutos no son capaces de tener un ciclo completo y su fase profunda de sueño, donde se segrega la hormona del crecimiento no está siendo estable.
Con lo cual, si tienen este maldormir de forma continuada en el tiempo, se puede ver afectado su crecimiento. Y también los estudios han confirmado que la fase 4 del sueño está completamente relacionada con las funciones cognitivas. Al final hay muchísima conexión neuronal. Estas son, por ejemplo, la memoria o también el aprendizaje del lenguaje, que tan importante es a esta edad. hacer es
Un pequeño resumen:
1) la arquitectura del sueño va evolucionando con la edad de nuestro beque. Segundo, funciona por ciclos de 45 minutos que se enlazan unos con otros mientras duermen.
2)El porcentaje de sueño de etapa soñadora es mayor cuando nacemos y va disminuyendo a medida que nos hacemos adultos.
3)Los pequeños entre 0 y 3 meses solo tienen 2 fases. No distinguen la noche del día y necesitan dormir a ratos las 24 horas del día.
4)Los pequeños de 4 a 6 meses se pueden despertar porque no son capaces de enlazar su fase soñadora ya conocida con su nueva fase de sueño lento.
5)A partir de los 6 meses ya tienen las 4 fases bien diferenciadas. Lo que sucede son los micro despertares, ya que algunos pequeños no son capaces de volver a enlazar un ciclo con el otro y quedarse dormidos por sí solos.
6)Alrededor de los 2 años de edad aparecen las pesadillas, ya que se inicia la imaginación.
7)Y como extra te diré que alrededor de los 6 años ya tienen el ciclo de los 90 minutos cercano al de los adultos.
Por cierto, lo más importante, un pequeño que no duerme bien de forma continuada a largo plazo puede tener afecciones en sus hitos madurativos, en sus alcances del lenguaje y sobretodo, va a tener malestar, irritabilidad y mucho enfado durante el día, porque no tiene el descanso que su cuerpo y su cerebro necesita.