Tengo miedo a irme de vacaciones con mi peque

Este post va dedicado a una de mis queridas familias, los padres de Nicolás. El otro día por Instagram expliqué cómo se me había grabado todo el podcast de forma errónea, por lo que tenía que repetirlo entero todos los episodios que había conseguido grabar y que en uno de los temas de los que hablaba era sobre las vacaciones, tal y como comento sobre la entrevista de hola.com de la que hablo en otro post. 

El caso es que la madre de Nicolás, cuando vio esto, me escribió diciendo «Por favor, Alicia, sácalo ya que nos vamos de vacaciones en Semana Santa y estamos asustados» y me pareció buena idea hacer un post más detallado sobre unas buenas vacaciones.

Yo entiendo perfectamente que estén asustados teniendo en cuenta que venían de una media de siete despertares nocturnos y una conciliación de siestas de máximo de 30 minutos. Cuando acudieron a mí, Nicolás tenía siete meses y solo conciliaba tras un biberón en movimiento con la pelota de pilates. Así es como lo oyes. Cada vez que este peque se despertaba por la noche, su papá o su mamá tenían que darle un biberón mientras lo iban moviendo en la pelota de pilates con él en brazos.

La verdad es que fue un peque bastante cabezota, cosa que es muy positiva para su futuro, pero que ahora complicaba todos los pasos que íbamos dando para mejorar su sueño. El caso es que se adaptó muy bien a los horarios, a las rutinas, pero le costaba un poquito más el hecho de eliminar estas asociaciones que las tenía muy arraigadas, muy instauradas.

Lo importante es que se consiguió y a día de hoy concilia toda la noche de forma continuada y que realiza las siestas que necesita, además en su escoleta / guardería, lo cual parecía impensable, desde el punto de vista de sus padres, al inicio. 

Ahora, cuando tienes que realizar cualquier cambio, pues lo dicho, que te da un poco de miedo. Así que para todas aquellas familias que vienen del mundo del maldormir y han conseguido descansar, vengo a dar los siguientes consejos para un viaje maravilloso:

1)Intenta, siempre que te vayas de viaje, irte a una casa. Huye del hotel. Es más complicado que puedas mantener las mejores condiciones de ambiente para el peque.

2)Si tu pequeña duerme en otra habitación independiente de vosotros, intenta que en esta casa vacacional tenga también su propia habitación. Pero si no lo consigues, lo que sí es importante es que aunque esté dentro de vuestra habitación, esté en su propia cuna, aunque sea una cuna de viaje, pero que tenga su propio espacio.

3)Mantén sus horarios y rutinas. Este es el consejo más importante. Cuando estamos de viaje, a veces nos retrasamos o incluso nos podemos llegar a olvidar «Ay, me he olvidado de su hora de comer». Bueno, se olvidan sus horarios de comer o se retrasan los horarios de la siesta. Cuidado con esto, porque al final puedes tener un pequeño que esté sobre cansado y que tenga despertares por  la noche.Si durante el viaje tienes que coger el coche o moverte de alguna manera, que sabes que puede inducirle al sueño, intenta realizar esos movimientos cuando sea su hora de la siesta para que no se le trastoque todo su ritmo.

4)¿Qué hacemos con las noches? Si vas a querer irte a cenar fuera, que ess  totalmente normal cuando estás de viaje. Vamos a probar a ver si es capaz de dormir en el cochecito mientras tú cenas. Si todavía no lo has probado, lo mejor es que lo pruebes en tu propia ciudad antes de que te vayas de viaje, de manera que afrontes el viaje sabiendo exactamente qué es lo que puede suceder, qué es la adaptabilidad que tiene en cuanto a eso. Tú imagínate que te vas a cenar con tu pareja o con unos amigos y él es capaz de dormir en cochecito. Oye, pues maravilloso, porque antes no lo habías probado. Pero si realmente entra en un bucle de lloros e histeria porque le trastoca mucho el hecho de tener que dormir en un cochecito y no estar en su propio ambiente, lo único que te puede suceder es que vuelves a casa corriendo y ya lo has probado en tu propia ciudad antes de empezar el viaje.

5)Si, por lo que sea, no has podido mantener esos horarios del primer día, por ejemplo, porque has tenido que coger un avión o un barco, no te preocupes que tú ya sabes qué es lo que debes y lo que no debes hacer para volver a coger su ritmo.Las herramientas están ahí. Los que habéis trabajado conmigo sabéis todo lo que podéis y no hacer. El miedo no lleva a ningún sitio. Prueba, porque muchas veces tu peque te puede sorprender.

6)Esto es para las familias que tienen un maldormidor. Es decir, tú todavía no has conseguido tener a un pequeño que concilie bien y que duerma toda la noche y que tenga unas buenas siestas, pues espérate un poco para irte de viaje. A veces tienes que viajar y no queda otra. Oye, pues pásalo como puedas. Pero si tienes la opción, yo siempre digo lo mismo, si es que al final tienes un pequeño maldormidor, normalmente es más sensible a todos los cambios. Suelen tener instaurados refuerzos intermitentes. Bueno, esto de los refuerzos intermitentes lo explicaré en otro post. El caso es que son más sensibles a cualquiera de los cambios y no llevan nada bien esto de que les vayas modificando cosas. ¿Qué pasa? Se estimulan más, se sobre cansan, se generan más despertares y al final no disfrutan del viaje ni el peque ni vosotros.

Bueno, espero que estos consejos te hayan ayudado a tomar la decisión de si me voy o no me voy de viaje y si me voy, cómo tengo que hacerlo.
También espero que si te vas de viaje y estás ya en el mundo del buendormir, estos consejos te ayuden a disfrutar al máximo de esta maravillosa etapa que es viajar con un bebé.