Cómo volver de las vacaciones y conseguir el buen descanso de tu peque

Estos días me han llegado muchos mensajes preguntando consejos para coger el orden de la vuelta de las vacaciones en esto del dormir. Y por eso he decidido crear este texto,  para que puedas encontrar un camino fácil y claro en esto de la vuelta de las vacaciones. Pero quiero empezar con una reflexión.

¿Cómo te sientes tú cuando vuelves de vacaciones? Estoy segura que tienes ese sentimiento de la famosa depre posvacacional, que te hubieras quedado más días allí, en esa playa de arena fina, oliendo a mar y con el sol, que hasta te molestaba. O disfrutando de la montaña, aliviando las olas de calor con los lagos fresquitos y con excursiones en ese hotel maravilloso en el que te lo daban todo hecho o en esa casita rural compartida con amigos llena de buenos momentos.

El caso es que vuelves a casa y vuelves a las lavadoras, a los madrugones, a las idas y venidas del trabajo, a los tengo que en la cabeza, tengo que pensar en la cena de los niños, tengo que ir al súper, tengo que empezar a sacar los uniformes, etc. Todo esto te lleva a una sensación posvacacional entre tristeza y enfado y que no ayuda en nada tener un peque que no te está dejando dormir.

Tú lo que necesitas es coger rutina y cogerla con fuerzas y estar bien descansada. ¿Te sientes identificada? Pues que sepas que a nuestros peques les pasa exactamente lo mismo, con el plus de que tienen a sus referentes, que son sus papás, un poco nerviosos por todo esto de la vuelta. Aquí sus queridas neuronas espejo captan todos esos nervios de los papás y no ayudan en nada para la vuelta a la rutina de nuestros peques. Como siempre digo, calma, tranquila, podemos recomponerlo.

Primero de todo, tenemos que distinguir entre los peques que antes de las vacaciones dormían bien y los peques que ya estaban iniciándose en esto del mundo del maldormir.

Voy a empezar con aquellos peques que son líderes del buendormir. Tienes que entender que tu peque ha pasado por un proceso de cambios, de inestabilidad horaria y de rutinas, y que todo se ha movido para él. Tienes la suerte de que tiene que volver a un mundo ya conocido y que le aportaba bienestar, por lo que no será tan difícil que se adapte a la nueva rutina. Pero como siempre digo, haciendo lo mismo no conseguirás nada diferente.

¿Y por qué digo esto?Porque muchos papás me dicen que necesitan que su peque se vuelva a dormir tan pronto como lo hacían antes de las vacaciones. Y siempre les pregunto lo mismo. «¿También se despertaban más tarde?» Y por supuesto, todos me contestan «Sí, sí, Alicia, pero es que eso no lo queremos cambiar. ¿Tú sabes lo que es que mi hijo se despierte un poquito más tarde?» Hombre, pues claro que lo sé, pero la verdad es que no podemos tenerlo todo.

Si quieres que tu peque se vaya a dormir más pronto, tendrás que forzar su movimiento de horarios y ventanas de sueño. ¿Y eso qué significa? Pues que tendrás que despertarlo más pronto, de manera que tenga las siestas en los momentos adecuados y que llegue a su hora de dormir con la presión de sueño necesaria.

¿Y cómo empiezo?

– Pues empiezo replicando las rutinas anteriores a las vacaciones, pero poco a poco. No quieras hacerlo todo de golpe y en un día, que luego puedes tener un peque que se vuelva un buendormidor rebotado. Prioriza poner orden en sus rutinas. Por ejemplo, con un peque de 11 meses sería desayuno, siesta, merienda, comida, siesta, cena y dormir, sin olvidarnos que tiene que haber momentos de actividad o juego después de cada comida.

– Después, continúa con los nuevos horarios. Despierta le 15 minutos antes y acuéstal e 15 minutos antes también. Y así vas modificando el horario cada dos días hasta que consigas el horario que te has propuesto. Con estos dos pasos y con un peque que se adapta bien a los cambios, en cinco días o menos ya lo tienes implementado.

¿Y qué pasa con esos niños que se inician en el mundo del maldormir? Aquí nos solemos encontrar con peques que son más intensos, más demandantes, con más carácter y que no se suelen adaptar tan fácilmente a los cambios.

– Empieza poniendo orden a sus rutinas, pero sobre todo ten claras sus señales de sueño. Atiéndele en seguida que se rasque los ojos, que se toque las orejas, que empiece a jugar con sus deditos. Aquí no es tan importante unos horarios estrictos, sino una rutina que coja ritmo y sentido, que tenga sus momentos de alimentación y juego junto con sus siestas. La adaptación a una nueva rutina suele costar un poquito más de cinco días.

– Ten en cuenta si tu bebé está en un hito madurativo, es decir, si ha empezado a caminar, si ha empezado a gatear o si ha aprendido a darse la vuelta, por ejemplo.Todos los posibles momentos que realice este nuevo hito harán que lo tenga sentado cuanto antes, que pueda enseñárselo a sus referentes para sentir seguridad y calma y así no tenga tantas ganas de practicarlo por las noches.

Aquí lo que sucede es que muchas veces nos encontramos que el momento que más está con sus papás es la cena y la hora de dormir, por lo que hacen todos sus esfuerzos para enseñarte eso que acaban de aprender en lugar de esforzarse en conciliar el sueño. Si marcando las rutinas con orden y con su hito madurativo claro, sigue despertándose más de lo que ya lo hacía antes, ojo, hay que analizarlo. El hecho de que se despertara antes ya nos marca que algo está sucediendo en el descanso de ese peque, ya sea por algo sensorial, médico o conductual, por ejemplo.

Si sólo es conductual, podemos enseñarle cuál es su nueva rutina y cómo gestionarla para que tenga un buendormir él y toda tu familia. Pero para eso hay que realizar un análisis de todas las variables y aplicar el método que sea más adecuado para ese peque y esa familia. Mi consejo es que te apoyes en un profesional del descanso, porque si vas a ir probando cosas aleatorias, lo único que vas a conseguir es empeorar la situación y te lo digo por experiencia.

Yo también he pasado por esto del maldormir y también he probado muchas cosas aleatorias y te aseguro que lo único que vas a conseguir es que todo empeore.

Por lo tanto, resumen:

– peques del buendormir: rutinas repetitivas y horarios bien distribuidos.

– peques del maldormir: inicio de rutinas adecuadas, observar hitos madurativos y gestión de los despertares.
Y te voy a dar de nuevo un consejo extra: calma. Nada de esto va a funcionar si no le aportas calma a la hora de su descanso. Tú eres su referente y si tú estás nerviosa, él estará nervioso y no podrá adaptarse bien a ningún cambio.