Quería empezar este post explicando algo que es muy personal y que el otro día me preguntaron y me parece interesante dar una pequeña explicación. El caso es que si vas a mi Instagram de @soyaliciamarques verás que tengo escrito «Experta en Sueño Infantil y Formadora de Familias».
Cuando decidí cambiar mi profesión me formé en una escuela estadounidense como «Asesora de Sueño Infantil» o como también se llama «Sleep Coach» o «Baby Sleep Coach». Aprendí muchísimo y entendí cómo la parte conductual de nuestros peques, nuestros bebés, es tan importante para tener un buendormir y para un buen descanso.
Pero, como buena ingeniera que soy, no era suficiente. Necesitaba tener todos los parámetros claros y con parámetros me refiero a todas esas variables que pueden afectar al sueño de tu bebé y que puedan llevarle algún tipo de despertar o de mala conciliación, tanto en sueño diurno como nocturno.
El caso es que me seguí formando a través de varios cursos y de un Posgrado sobre el Sueño Pediátrico. Y,aunque tengo nociones de toda la afección del sueño en toda la edad pediátrica, a mí lo que realmente me enamora es la edad infantil.
Cuando acabé el posgrado, me cambié la etiqueta de mi profesión. Y es que esto de tener una profesión tan nueva y que tampoco se conoce y que tanta evolución y recorrido tiene, hace que necesitemos una etiqueta. También te diré que no sé si es un poco un deje de mis 14 años entre multinacionales, que todos los puestos de las multinacionales vienen etiquetados y si puede ser en inglés, mejor, porque parece que somos más importantes. Tengo que reconocer que poner experta me daba vergüenza, la verdad. Es que sin quererlo, esta profesión que tengo tiene un porcentaje muy alto digital y hace que las etiquetas parezcan que son muy importantes.
Lo que me importa es que las familias lo entiendan y por eso quería daros un poquito de luz en todo esto de esta nueva profesión. Dentro del sueño infantil afectan muchas variables:
– los horarios
– las rutinas
– el ambiente
– sensoriales
– emocionales
– nutricionales
– conductuales
– fisiológicas o médicas.
Y es en estas últimas en donde más me he estado formando últimamente.
Vaya por delante que yo no soy pediatra.
De hecho, en Mallorca, que es de donde soy y donde vivo, tengo una consulta presencial con un equipo de pediatras con sus respectivas especializaciones y te aseguro que nunca me atrevería a asemejarme a ellos porque son unos héroes.
Pero, lo que sí tengo es la formación para ver esas alarmas rojas que puedan llevar a cabo una derivación al especialista pertinente. Y eso es clave para conseguir un óptimo descanso.
Desde mi visión, si no tienes todo el conocimiento, puedes pasar por alto trastornos tan importantes como apneas obstructivas del sueño, síndrome de piernas inquietas o síndrome de sueño inquieto, entre muchos otros. Puedes llevar a cabo un trabajo de modificación conductual en tu peque que no es lo que le genera esos despertares.
La mayoría de los peques con algún trastorno fisiológico/médico del sueño sí tienen una necesidad de mejorar sus variables conductuales, pero hasta que no mejore su estado base, no vas a poder trabajar sobre la parte conductual. De ahí la importancia de tener todo el conocimiento de todas las variables que pueden incidir en el sueño.
Pues eso, que vaya rollo que te he soltado. Pero es que me parecía importante la diferenciación.