En este artículo, Patricia Ostariz, fisioterapeuta pediátrico, y yo, exploramos la estrecha relación que existe entre el sueño y la fisioterapia en la salud infantil, y cómo ambas disciplinas pueden trabajar en conjunto para mejorar el bienestar de los más pequeños.
Síntomas que requieren atención
En consulta, me encuentro con muchos padres que acuden preocupados por los problemas de sueño de sus bebés. A menudo, creen que estos problemas se deben únicamente a factores conductuales o asociaciones, como la alimentación nocturna o el apego al pecho. Sin embargo, en mi experiencia, es fundamental realizar una evaluación completa para descartar la presencia de problemas fisiológicos o médicos subyacentes que puedan estar afectando el sueño del bebé.
Reflujo gastroesofágico y alergias
El reflujo gastroesofágico oculto y las alergias a la proteína de la leche de vaca (APLV) son dos causas comunes de problemas de sueño en bebés que, a menudo, pasan desapercibidas. Estos problemas pueden provocar dolor e incomodidad en el bebé, lo que dificulta que concilie el sueño y permanezca dormido durante la noche.
Tortícolis congénita y deformidades craneales
Las alteraciones estructurales, como la tortícolis congénita y las deformidades craneales, también pueden afectar significativamente el sueño del bebé. Estas condiciones pueden generar tensión muscular y dolor, impidiendo que el bebé se sienta cómodo y descanse adecuadamente.
La importancia de la prevención y el diagnóstico temprano
Como experta del sueño, considero que la prevención y el diagnóstico temprano son claves para abordar los problemas de sueño infantiles. Un diagnóstico diferencial adecuado, realizado por un equipo multidisciplinar que incluya al pediatra, la experta del sueño y el fisioterapeuta, puede identificar la causa subyacente del problema y permitir un tratamiento efectivo.
El papel de la fisioterapia en el sueño infantil
En mi experiencia, la fisioterapia puede ser una herramienta valiosa para mejorar el sueño de los bebés que sufren de problemas fisiológicos o médicos. Las técnicas de fisioterapia, como la terapia craneosacral y el trabajo para aliviar la tensión posterior, pueden ayudar a relajar los músculos del bebé, reducir el dolor y mejorar la calidad de su sueño.
Grupos de apoyo para padres
Como experta en sueño infantil, sé que los padres que enfrentan problemas de sueño con sus hijos pueden sentirse abrumados y solos. Por ello, considero que los grupos de apoyo para padres son una herramienta invaluable para brindar apoyo emocional, compartir experiencias e intercambiar consejos.
Conclusión
El sueño infantil es fundamental para el desarrollo físico y emocional del bebé. Un enfoque multidisciplinar que combine la asesoría del sueño, la fisioterapia y el apoyo emocional puede ser clave para identificar y abordar las causas subyacentes de los problemas de sueño en los bebés y garantizar su bienestar general.