El sueño infantil es uno de los temas que más preocupan a las familias. Muchas veces, el rechazo a las siestas diurnas genera frustración, agotamiento y dudas sobre cómo actuar. En este artículo, vamos a abordar las causas más comunes de esta resistencia y las soluciones prácticas que puedes implementar hoy mismo.
La importancia de las siestas en el desarrollo infantil
Las siestas no son un extra, son una necesidad fisiológica clave durante los primeros años de vida. Durante el sueño diurno, el cerebro de tu peque consolida aprendizajes, regula emociones y recarga energía para seguir explorando. Además, una buena rutina de siestas es esencial para evitar el sobrecansancio, uno de los principales enemigos del buen dormir nocturno.
Cuando las siestas no están bien distribuidas o son demasiado cortas, tu peque puede llegar exhausto a la noche, dificultando un sueño reparador. Por eso, entender cómo y cuándo deben realizarse es vital.
¿Cuántas siestas necesita tu peque según su edad?
Cada peque es único, pero hay una guía general que puede ayudarte:
- 6 meses: Tres siestas al día.
- 9 meses: Dos siestas al día.
- 15 meses: Una siesta diaria, más larga y progresivamente más corta con el tiempo.
Esta última siesta puede mantenerse hasta los 3 o 4 años, aunque las rutinas escolares puedan interrumpirla. Si tu peque aún la necesita, permíteselo.
Causas del rechazo a las siestas y cómo solucionarlas
1. Sobrecansancio
El motivo más común es que tu peque está sobrecansado. Esto ocurre cuando no se detectan las señales de sueño a tiempo o cuando se exceden las ventanas de sueño, es decir, el tiempo que tu peque está despierto entre siesta y siesta.
Solución: Observa las señales de sueño, como frotarse los ojos o bostezar, y establece una rutina clara para las siestas. Recuerda que cada edad tiene ventanas de sueño diferentes: un bebé de 6 meses puede estar despierto entre 2 y 3 horas, mientras que un peque de 15 meses puede aguantar entre 4 y 5 horas.
2. Estimulación excesiva
Un día lleno de actividades físicas y cognitivas puede sobreestimular a tu peque, dificultando la relajación necesaria para dormir.
Solución: Reserva las actividades más intensas para la mañana y apuesta por un ambiente más tranquilo y relajado por la tarde. Antes de la siesta, baja las luces, evita ruidos fuertes y establece una rutina de calma.
3. Falta de rutina previa a la siesta
Al igual que existe una rutina nocturna, es fundamental crear una para las siestas. Sin ella, el cerebro de tu peque no recibe las señales necesarias para prepararse para el sueño.
Solución: Define una secuencia sencilla y repetitiva, como cambiar el pañal, bajar las luces, poner música suave y acunarle. La constancia es la clave.
¿Cómo saber si tu peque está durmiendo lo suficiente?
Medir el tiempo y calidad del sueño puede parecer complicado, pero no tiene por qué serlo. Para facilitar esta tarea, existe la Plantilla del Sueño Infantil, una herramienta que compara los horarios y duración del sueño de tu peque con los promedios recomendados según su edad en España.
Introduce datos simples como la hora de despertar, las siestas y el momento de dormirse por la noche, y obtendrás una guía detallada sobre cómo ajustar sus horarios para mejorar tanto el sueño diurno como nocturno.
Descarga la plantilla y mejora el sueño de tu peque
Si quieres empezar a organizar mejor las siestas de tu peque, puedes descargar la Plantilla del Sueño Infantil en este enlace https://servicios.aliciamarques.com/plantilla-sueno-infantil
Dormir bien no es un lujo, es una necesidad. Con una buena rutina y herramientas prácticas, toda la familia puede disfrutar de noches más tranquilas y días más felices.